La cordillera de Nahuelbuta confiere a Angol y Renaico un clima muy propicio para la producción de fruta, especialmente manzanos, caracterizándose por una primavera templada con escasa incidencia de heladas.
El verano es seco y con una gran oscilación térmica entre el día y la noche. Las condiciones mencionadas de la primavera y verano se traducen en una fruta de muy buen color y mejor condición de postcosecha.
Asimismo, la zona cuenta con suelos de calidad, de alta fertilidad y profundidad que facilitan el desarrollo radicular de los árboles y la distribución homogénea del agua.
Además, contamos con plantaciones en Perquenco, una zona ubicada más al sur de la región y que cuenta con un clima más frío, muy apropiado para ciertas variedades de manzanas y cerezas tardías (Var, Kordia, Regina), que se cosechan desde fines de diciembre y enero.